Revisitando la cuestión regional en los procesos de desarrollo en México

Abstract

Desde la perspectiva del desarrollo, la cuestión regional en México ha seguido un proceso discontinuo en el sentido de buscar para sus regiones un mejor desempeño económico sostenido y por ende un mejor equilibrio territorial. Con algunos matices y diferencias temporales, esta podría ser la misma situación que han vivido casi todos los países latinoamericanos, derivado de las concepciones que adoptan los modelos económicos locales en las políticas sectoriales y para los intereses supranacionales cuyas decisiones de inversión adquieren un carácter localizado sólo de corte temporal extractivo de recursos naturales y humanos que inciden en el atraso regional y que son ajenos a lo que hoy podemos considerar un enfoque sustentable para el mejoramiento de las regiones de nuestros países. Lo anterior nos lleva a preguntarnos si la cuestión regional realmente importa en América Latina y, de ser así, que tanto y en qué circunstancias. Desde la primera perspectiva, dados los pobres resultados que se reflejan en una débil integración de los países que conforman la región latinoamericana, los desequilibrios inter e intrarregionales, el bajo nivel de crecimiento económico, el incremento sostenido en los niveles de pobreza, los frágiles equilibrios políticos, los bajos niveles de intercambio, la escasa diversificación de las economías y, con excepciones temporales, además de su nulo desempeño competitivo, nos llevaría a concluir que la cuestión regional es un asunto ignorado. La segunda consideración es que la cuestión regional si ha importado en otros momentos históricos de la región, lo cual está asociado con los movimientos de reivindicación y soberanía nacional con base en las identidades regionales, que abonan en la construcción de un pensamiento regional latinoamericano, el cual además ha servido de base a la planeación económica y territorial de los distintos países de la región y aunque presenta niveles desiguales, tienen como punto de confluencia el desarrollo de nuestros pueblos e incluye a los intereses locales en todas sus dimensiones. El caso de México refleja en buena medida esta última perspectiva y debe ser considerado como punto de partida que oriente la necesaria interrelación entre academia y toma de decisiones para un futuro mejor del desarrollo regional. From the perspective of development, the regional question in Mexico has followed a discontinuous process in the sense of seeking for its regions a better sustained economic performance and therefore a better territorial balance. With some nuances and temporary differences, this could be the same situation that almost all Latin American countries have experienced, derived from the conceptions adopted by local economic models in sectoral policies and for supranational interests whose investment decisions acquire a localized character only resource extractive temporary cut natural and human that affect the regional backwardness and that are alien to what today we can consider a sustainable approach for the improvement of the regions of our countries. The foregoing leads us to ask ourselves if the regional issue really matters in Latin America and, if so, to what extent and in what circumstances. From the first perspective, given the poor results that are reflected in a weak integration of the countries that make up the Latin American region, the inter- and intra-regional imbalances, the low level of economic growth, the sustained increase in poverty levels, the fragile balances politics, the low levels of trade, the scarce diversification of the economies and, with temporary exceptions, in addition to their null competitive performance, would lead us to conclude that the regional question is an ignored issue. The second consideration is that the regional question has mattered in other historical moments of the region, which is associated with the movements of claim and national sovereignty based on regional identities, which contribute to the construction of a Latin American regional thought, the which has also served as the basis for the economic and territorial planning of the different countries of the region and although it presents unequal levels, its point of confluence is the development of our peoples and includes local interests in all its dimensions. The case of Mexico largely reflects this last perspective and should be considered as a starting point that guides the necessary interrelationship between academia and decision-making for a better future of regional development. (traducción automática)