Reducción de la fertilización nitrogenada en distintos cultivo económicos mediante la aplicación de biofertilizantes desarrollados en el INIFAT

Abstract

El uso creciente de los fertilizantes nitrogenados en la producción agrícola ha traído como consecuencia un fuerte impacto ambiental que se refleja en graves daños para la salud del hombre, debido a que la fabricación industrial de estos productos produce emisiones de anhídrido carbónico y de óxido nitroso a la atmósfera, al mismo tiempo que su aplicación en el campo da lugar a la lixiviación de nitratos y a emisiones de óxido nítrico y amoniaco, especialmente a partir de la urea. Pero, además, este incremento de uso está acompañado por un aumento exponencial de formas no renovables de energía; así, la fabricación de los 77 millones de toneladas que se aplican en el mundo como fertilizante nitrogenado requieren anualmente 100 millones de toneladas de combustible, lo que corresponde al 1.4% de todo el combustible consumido, lo que resulta totalmente insostenible (Bockman, 1999). Como se aprecia, la producción industrial de fertilizantes no puede satisfacer las necesidades de una población mundial en creciente aumento, especialmente cuando el exceso conduce a contaminar el agua de beber o a la eutrificación de los lagos, o a que las emisiones de óxido nitroso contribuyan al efecto invernadero de la atmósfera terrestre, además del incremento considerable de fuentes de energía no renovables. Por ello, se hace imprescindible adoptar una estrategia de suministro de nutrientes a los cultivos integrando una inteligente combinación de fertilizantes químicos, abonos orgánicos y biofertilizantes, todo ello dentro del marco de la Sostenibilidad, que es la tendencia surgida como contraposición a la Revolución Verde, para reducir los daños causados al ambiente y a la salud del hombre por los métodos irracionales que se han empleado en las últimas décadas. The growing use of nitrogen fertilizers in agricultural production has resulted in a strong environmental impact that is reflected in serious damage to human health, because the industrial manufacture of these products produces emissions of carbon dioxide and nitrous oxide to the atmosphere, at the same time that its application in the field leads to the leaching of nitrates and emissions of nitric oxide and ammonia, especially from urea. But, in addition, this increase in use is accompanied by an exponential increase in non-renewable forms of energy; thus, the manufacture of the 77 million tons that are applied in the world as nitrogen fertilizer require 100 million tons of fuel per year, which corresponds to 1.4% of all fuel consumed, which is totally unsustainable (Bockman, 1999) . As can be seen, the industrial production of fertilizers can not meet the needs of a growing world population, especially when the excess leads to polluting the drinking water or to the eutrophication of the lakes, or when nitrous oxide emissions contribute to the effect greenhouse of the Earth's atmosphere, in addition to the considerable increase of non-renewable energy sources. Therefore, it is essential to adopt a strategy of supplying nutrients to crops by integrating an intelligent combination of chemical fertilizers, organic fertilizers and biofertilizers, all within the framework of Sustainability, which is the tendency that arose as a counterpoint to the Green Revolution, to reduce the damage caused to the environment and human health by the irrational methods that have been used in recent decades. (Traducción automática)