La flor de muerto Tagetes spp., sus posibilidades en el control de plagas.

Abstract

Dentro de la familia Asteraceae existen en Cuba varias especies de plantas del genero Tagetes., conocidas con los nombres vulgares de flor de muerto, clavelón, chambergo, copete, copetuda, carolina, marigold las cuales a través de muchos años se han cultivado con fines ornamentales por los agricultores que se dedican a la producción de flores en pequeñas parcelas de terreno. A partir de 1990, con el desarrollo de la Agricultura Urbana fueron llevadas a los huertos y organopónicos y se sembraron en los extremos de los canteros como plantas repelentes, de esta forma pueden realizar un efecto disuasor de la alimentación u ovo posición de los insectos en determinado rango de acción o un efecto biocida sobre los nematodos del suelo alrededor de sus raíces (Oudor- Owino y Wando, 1994). Además se conoce que las plantas de flores resultan atractivas para los enemigos naturales de los insectos, por sus vistosos colores y la presencia de néctar y polen que le sirve como alimento (Altieri, 1994). Estas plantas, al igual que otras de la misma familia, contiene compuestos azufrados con un número variable de instauraciones llamados tiofenos de los cuales el a-tertienil es el de mayor actividad biológica, reportándose su actividad antiviral, bactericida, fungicida, nematicida e insecticida. Estos compuestos son fototóxicos es decir, su capacidad es dependiente en gran medida de la luz debido a la formación de moléculas electrónicamente excitadas (Kagan, 1991). Atendiendo a estas características se realizó un estudio con el objetivo de conocer las posibilidades del empleo de estas plantas para el manejo y control de las plagas agrícolas. Within the Asteraceae family there are several species of plants of the genus Tagetes in Cuba, known by the vulgar names of dead flower, carnation, hat, tuft, turtle, carolina, marigold which have been cultivated for many years ornamentals by farmers who are engaged in the production of flowers on small plots of land. Starting in 1990, with the development of Urban Agriculture they were taken to the orchards and organoponics and planted at the ends of the beds as repellent plants, in this way they can make a deterrent effect of the feeding or ovo position of the insects in determined range of action or a biocidal effect on soil nematodes around their roots (Oudor-Owino and Wando, 1994). It is also known that flower plants are attractive to the natural enemies of insects, for their colorful colors and the presence of nectar and pollen that serves as food (Altieri, 1994). These plants, like others of the same family, contain sulfur compounds with a variable number of instaurations called thiophenes, of which a-tertienil is the one with the highest biological activity, reporting its antiviral, bactericidal, fungicidal, nematicidal and insecticidal activity. These compounds are phototoxic, that is, their capacity is highly dependent on light due to the formation of electronically excited molecules (Kagan, 1991). Considering these characteristics, a study was carried out with the objective of knowing the possibilities of the use of these plants for the management and control of agricultural pests. (Traducción automática)