| dc.description.abstract | Tradicionalmente, las variedades utilizadas en el mejoramiento se identifican mediante marcadores morfológicos y agronómicos, los cuales muchas veces se complementan con marcadores fisiológicos, bioquímicos o citogenéticos. La caracterización, identificación, conservación y manejo de los ancestros y clones silvestres útiles para la ampliación de la base genética, son objetivos priorizados de las investigaciones en los programas de mejora en la actualidad. Las nuevas variedades que se obtienen deben ser diferenciadas de las ya registradas a partir de la expresión de al menos una característica mostrando uniformidad, estabilidad y una buena descripción de ellas. Los marcadores agronómicos y fenotípicos son básicamente usados para este fin, pero se conoce que con frecuencia son altamente influenciados por el ambiente; y los experimentos para evaluar tales influencias son procesos lentos y costosos. Por otro lado, a partir del incremento del tamaño de las colecciones, se hace más difícil evitar la inclusión de duplicados o accesiones muy similares, lo que implica un considerable gasto de recursos dedicados al mantenimiento, la evaluación y el manejo. Los retos para el futuro incluyen la explotación práctica de los marcadores moleculares para dar respuestas a interrogantes ecológicas y biológicas y para el establecimiento de colecciones núcleo para el manejo eficiente del germoplasma (Gepts, 1995). Los marcadores moleculares han sido reportados también como auxiliares de los descriptores tradicionales en la selección de representantes de la diversidad genética total que se encuentra en el germoplasma en el esfuerzo por establecer colecciones núcleo (Tohme y col., 1996; Berthaud, 1997; Bonierbale y col., 1997). Se espera que los descriptores moleculares se incluyan en las bases de datos de las colecciones de germoplasma si garantizan la identificación inequívoca de cada accesión a partir de su reproducibilidad, representatividad y suficiente cantidad de información (IPGRI, 1997). 2009/5000 Traditionally, the varieties used in breeding are identified by morphological and agronomic markers, which are often complemented with physiological, biochemical or cytogenetic markers. The characterization, identification, conservation and management of the ancestors and wild clones useful for the extension of the genetic base, are priority objectives of the research in the improvement programs at present. The new varieties obtained must be differentiated from those already registered from the expression of at least one characteristic showing uniformity, stability and a good description of them. Agronomic and phenotypic markers are basically used for this purpose, but it is known that they are often highly influenced by the environment; and the Experiments to evaluate such influences are slow and costly processes. On the other hand, from the increase in the size of collections, it becomes more difficult to avoid the inclusion of duplicates or very similar accessions, which implies a considerable expenditure of resources dedicated to maintenance, evaluation and management. Challenges for the future include the practical exploitation of molecular markers to answer ecological and biological questions and for the establishment of core collections for the efficient management of germplasm (Gepts, 1995). Molecular markers have also been reported as ancillary to traditional descriptors in the selection of representatives of the total genetic diversity found in germplasm in the effort to establish core collections (Tohme et al., 1996, Berthaud, 1997, Bonierbale and col., 1997). It is expected that the molecular descriptors are included in the databases of the germplasm collections if they guarantee the unequivocal identification of each accession based on its reproducibility, representativeness and sufficient amount of information (IPGRI, 1997). (Traducción automática) | es_ES |
