Turismo y desarrollo sostenible: el caso del centro histórico de la Habana, Cuba.
Zusammenfassung
En la era de la globalización, el rescate de los valores locales y regionales supone retos para aquellos en quienes recae la tarea de organizar y fomentar el desarrollo; se trata no solo de la revitalización de los recursos para su salvaguarda sino de dotarlos de una funcionalidad que se revierta en la rentabilidad de los mismos. Tal es el caso de Cuba; que se ha consolidado, en la última década como el principal destino turístico del Caribe con un incremento sostenido del número de turistas que a ella arriban alcanzando en el año 2003 1 900 000 visitantes. A fines de la década de los 80, los procesos ocurridos en la geopolítica mundial y sus efectos a esa misma escala provocaron en Cuba una crisis económica doblemente aguda. La búsqueda de soluciones rápidas y factibles a corto, mediano y largo plazos obligaron a la recuperación de viejos espacios y al cambio de funciones en otros. El turismo se vislumbró entonces como una salida adecuada. El reajuste de proyectos y el desarrollo de nuevos enfoques para la captación de turismo internacional permitieron el despegue económico de no pocos territorios del país. Tradicionalmente la promoción turística de Cuba se apoya en el reconocido privilegio climático y sus excelentes playas pero es indudable que no tuvo, en sus inicios, muy en cuenta su inapreciable legado urbanístico, arquitectónico y artístico. El patrimonio cultural se asumió fundamentalmente en sus aristas históricas y contemplativas, sin que se aprovechara a plenitud el valor de esos ambientes como atractivos para el turismo1, no así en Trinidad y La Habana Vieja que se mantuvieron vinculadas al sector turístico. In the era of globalization, the rescue of local and regional values poses challenges for those in whom the task of organizing and promoting development rests; it is not only about the revitalization of resources for their safeguarding but also about providing them with a functionality that reverses their profitability. Such is the case of Cuba; that has consolidated, in the last decade as the main tourist destination of the Caribbean with a sustained increase in the number of tourists arriving there reaching in the year 2003 1 900 000 visitors. At the end of the 1980s, the processes that took place in world geopolitics and their effects at the same scale caused a doubly acute economic crisis in Cuba. The search for quick and feasible solutions in the short, medium and long terms forced the recovery of old spaces and the change of functions in others. Tourism was then seen as an adequate outlet. The readjustment of projects and the development of new approaches for attracting international tourism allowed the economic takeoff of many of the country's territories. Traditionally, the tourist promotion of Cuba is based on the recognized climatic privilege and its excellent beaches, but it is undeniable that it did not have, in its beginnings, very much in mind its invaluable urban, architectural and artistic legacy. Cultural heritage was fundamentally assumed in its historical and contemplative aspects, without taking full advantage of the value of these environments as attractions for tourism1, not so in Trinidad and Old Havana, which remained linked to the tourism sector. (Traducción automática)