Caracterización sedimentológica de los pantanos de la laguna Negra y Palácio, parque estatal Itapuã, Porto Alegre, Brasil.

Abstract

La vegetación acuática puede colonizar diferentes ambientes, tales como cascadas, ríos, rápidos, lagunas, pantanos, marismas, manglares y presas. Su distribución está determinada por factores ambientales, como la topografía, la turbidez del agua y la dirección del viento, formando una zonación de bandas desde los bordes hasta el interior del flujo de agua. Los pantanos son áreas de transición entre el agua y los ambientes terrestres; Se consideran extremadamente relevantes y son donde se encuentra la mayor parte de la vegetación acuática. En este entorno la variación de los aspectos físico-químicos es muy significativa, con abundancia de nutrientes y una gran completa en la red trófica. La vegetación acuática es el principal productor de material orgánico dentro del ecosistema acuático, utilizado predominantemente en forma de escombros enriquecidos por bacterias biomasa. Apoyan la red trófica de manera particularmente importante en aguas poco profundas (Mitsch y Gosselink, 1986), siendo fundamentales para los ciclos locales biogeoquímicos, formando reservorios temporales y nutrientes removilizadores (NPK) y elementos tóxicos (Hg, Pb, Cu) en el sedimento. Los pantanos también se utilizan como refugios, lugares de nacimiento, áreas de reproducción y alimentación de diversas especies, incluyendo aves, mamíferos, peces y moluscos (ADAM, 1990). Además de ser muy útiles para el mantenimiento del equilibrio ecológico de la vegetación acuática, también pueden usarse contra la erosión, ya que son trampas naturales del sedimento y, con ello, hacen que el medio ambiente sea estable (Nieva, 1996; Peixoto et al. , 1998; MITSCH & GOSSELINK, 1986). Según SCHWARZBOLD (1982) Rio Grande do Sul, una llanura tiene un área total de 37.000 km2, de los cuales 14.260 km2 son lagunas y se pueden incluir como una de las mayores extensiones de tierra húmeda de América del Sur. The aquatic vegetation can colonize different environments, such as waterfalls, rivers, rapids, lagoons, marshes, marshes, mangroves and dams. Its distribution is determined by environmental factors, such as topography, water turbidity and wind direction, forming a band zoning from the edges to the interior of the water flow. The marshes are transitional areas between water and terrestrial environments; They are considered extremely important and are where most of the aquatic vegetation is found. In this environment, the variation of the physico-chemical aspects is very significant, with an abundance of nutrients and a large total in the trophic network. Aquatic vegetation is the main producer of organic material within the aquatic ecosystem, predominantly used in the form of debris enriched by biomass bacteria. They support the trophic network in a particularly important way in shallow waters (Mitsch and Gosselink, 1986), being fundamental for the local biogeochemical cycles, forming temporary reservoirs and nutrient remobilizers (NPK) and toxic elements (Hg, Pb, Cu) in the sediment . The marshes are also used as shelters, places of birth, breeding and feeding areas of various species, including birds, mammals, fish and molluscs (ADAM, 1990). In addition to being very useful for maintaining the ecological balance of aquatic vegetation, they can also be used against erosion, since they are natural sediment traps and, thus, make the environment stable (Nieva, 1996; Peixoto et al. ., 1998; MITSCH & GOSSELINK, 1986). According to SCHWARZBOLD (1982) Rio Grande do Sul, a plain has a total area of ​​37,000 km2, of which 14,260 km2 are lagoons and can be included as one of the largest tracts of wetland in South America. (Traducción automática)